ALICANTE
Ecisa refuerza su área internacional tras firmar contratos de obras en ocho países
Se afirma con frecuencia que nadie supo ver la crisis, pero Ecisa sí la vio. Esta constructora alicantina de capital familiar no tenía en su agenda salir no ya de España, sino de la Comunidad Valenciana, donde a mediados de la pasada década había trabajo de sobra.
Sin embargo, ya en 2006 vislumbró un descenso del negocio, aunque no de la magnitud del que luego se produjo. Gracias a eso, fue una de las primeras constructoras que buscó contratos en otros países, además de las grandes empresas que ya trabajaban fuera, lo que le ha permitido ser en la actualidad una de las medianas empresas del sector mejor situadas.
"Para una empresa como nosotros, que trabajábamos los dos tipos de cliente, el público y el privado, al 40-60 por ciento, la previsión de que iba a haber una caída importante en el nivel de proyectos privados nos hizo pensar que teníamos que tomar alguna decisión", explica Enrique Peláez, miembro de la familia propietaria, que es director general de Internacional.
La decisión fue salir a otras comunidades autónomas a hacer obra pública para ampliar el rango de acción y empezar a mirar fuera, porque sospechaban que no sería suficiente. La decisión estratégica la tomó en 2006 y el propio Enrique Peláez cogió en marzo de 2007 una maleta que aún no ha soltado.
"Nos anticipamos seis u ocho meses, porque en el ámbito de la construcción, en octubre de 2007 es cuando se notó, ya que muchos proyectos que estaban adjudicados, de repente decían que les habían parado la financiación y que ya no lo iban a hacer", explica. Fue un parón en el ámbito privado "brutal", que con los años se produjo también en la obra pública.